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Hoy en día es obligatorio para cualquier edificio que se ponga en alquiler o venta.
Durante varios años de debates y negociaciones, que comenzaron en la Cumbre de Kioto de 1997 (cuna del posterior Protocolo) y la Cumbre de Johannesburgo en 2002, los líderes mundiales en pro de un desarrollo sostenible, abordaron entre otras la ardua tarea de fomentar la eficiencia energética.
En España su aplicación fue tardía, ya que hasta 2013 las certificaciones energéticas no se implantaron definitivamente.
Siete años después, la normativa española es una realidad. Hoy es obligatorio para cualquier edificio que se ponga en alquiler o venta, ya sean viviendas, locales u oficinas. Sólo están exentos unos pocos, como los utilizados para actividades religiosas, los de valor histórico o los que se adquieren para demoler.
En lo relativo a los edificios sostenibles, existe hoy una amplia oferta de certificados energéticos a los que optar: LEED, PASSIVHAUS, BREEAM… Son los de mayor renombre, pero también otras como WELL, DGNB, GREEN GLOBES y la española VERDE.
El enorme abanico pone de manifiesto que la vía sostenible es una opción consistente y en alza, por muchos motivos y en todas las fases:
En el momento de realizar la obra. Existen ayudas y subvenciones para mejorar la eficiencia energética. Un ejemplo es la vigente ayuda estatal del Plan de Vivienda 2018-2021 que, entre otras, incluye subvenciones para la rehabilitación de viviendas.
Durante la vida útil del edificio. Aquí es donde las mayores bondades de la edificación sostenible se hacen más patentes.
Por un lado tenemos las ventajas para las personas: Un edificio verde, como los que incorporan la tecnología Decke Heath Clima, purifica el aire de las estancias con el enorme beneficio para la salud que esto supone. Se reducen los problemas respiratorios, se consigue un mejor descanso, se previenen alergias… Aunque no nos demos cuenta, gran parte de lo que somos se debe a lo que respiramos. Por añadidura, esta tecnología inteligente necesita muy poco consumo energético para purificar el aire, con lo que el ahorro en la factura no es nada desdeñable.
Por otro lado y como consecuencia del ahorro en el consumo, los edificios sostenibles tienen importantes ventajas para el medio ambiente. El certificado energético demuestra que nuestro edificio es responsable con el planeta y reduce al mínimo su huella de carbono. Edificios saludables crean entornos saludables para un desarrollo sostenible.
Pero los beneficios no acaban aquí. En el momento de la venta del inmueble, al ser el certificado energético un requisito de obligado cumplimiento, se convierte en un elemento diferenciador y de prestigio: Un certificado del nivel de LEED o PASSIVHAUS, por ejemplo, aporta una distinción importante respecto al resto de “competidores”
Pasemos a ver con un poquito de detalle las 3 más importantes:
LEED. Certificado de origen americano que comenzó en 1994. Hoy está extendido internacionalmente casi por todo el mundo. La realizan profesionales acreditados y cuenta con varias versiones en función del uso de la edificación. Exige unos requisitos previos para poder acceder al sistema. Como otras certificaciones, se organiza en categorías e incluye todas las fases del edificio.
Su certificación tiene 4 niveles: Certificado, Plata, Oro y Platino y es de los más prestigiosos a nivel mundial. La villa olímpica de Vancouver de 2010 consiguió con el sistema que implementa la compañía la máxima certificación (Leed Pla1num) En el año 2015 en España, había ya más de 20 los edificios con este mismo distintivo.
PASSIVHAUS. Certificado de origen austro-alemán desde finales de los 80. Llega a España en 2008, cuando se funda la Plataforma de Edificación Passivhaus (PEP) asociación sin ánimo de lucro que tiene como fin promover la edificación pasiva en España. Las llamadas “casas pasivas” son, más que un certificado energético, toda una idea de sostenibilidad. Su certificación tiene 3 niveles: Classic, Plus y Premium.
La primera edificación con el estándar PASSIVHAUS se creó en España en 2009. Diez años después, llegaría la primera vivienda con certificado Passivhaus Premium, exclusivo para edificios que se autoabastecen al 100% y que, además, generan cuatro veces más energía -siempre renovable- de la que consumen.
Esta certificación premia la construcción de ambientes saludables y purificados con la mínima energía consumida. Las mismas premisas por las que se mueve Decke Health Clima en sus obras a través del techo radiante.
BREEAM. Certificado de origen británico creado también a finales de los años 80
Al igual que LEED y PASSIVHAUS, posee varias versiones y tiene en cuenta las diferentes fases de la vida de los edificios. Su Clasificación se estructura en 5 niveles: Aprobado, bueno, muy bueno, excelente y excepcional.
En España, la Fundación Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) dirige la adaptación de este sello para nuestro país (BREEAM E España) En 2014 había ya 123 edificios con este distintivo.
¿Cuánto cuestan?
Aventurar un importe orientativo general es cuanto menos atrevido, ya que nuestro presupuesto va a depender de múltiples factores, según las características de nuestro edificio y del entorno. Aun así, para las 3 certificaciones que hemos visto con anterioridad, el precio medio a través de un comparador de precios de certificaciones energéticas, es muy similar para BREEAM y PASSIVHAUS (por debajo de los 6.500€) y más alta para LEED (alrededor de los 16.000€)
En cualquier caso, la elección dependerá de las características de nuestro edificio y de nuestro presupuesto, pero está claro que una buena calificación será el complemento perfecto para nuestro gran proyecto.